En 2021, el uso del CBD (cannabidiol) se ha democratizado ampliamente en Europa, y más concretamente en España. Esta molécula extraída del cáñamo no proporciona ningún efecto psicoactivo, a diferencia de la molécula de THC (tetrahidrocannabinol) que se considera un narcótico. Sin embargo, mucha gente sigue confundiendo estas dos moléculas.
CBD y THC son ambos cannabinoides de la planta de cannabis y sin embargo son fundamentalmente opuestos. Tanto en su composición como en su funcionamiento, estas dos moléculas no tienen nada que ver entre sí. En este artículo, te invitamos a descubrir todas las diferencias entre el CBD y el THC.
Cómo funciona el CBD
Descubierto en 1940 por el químico estadounidense Roger Adams, el CBD es un cannabinoide extraído del cáñamo. Este cannabinoide actúa sobre el sistema nervioso enviando señales entre el cerebro y los distintos órganos del cuerpo para reducir la intensidad del dolor. Una vez en el cuerpo, el CBD se metaboliza en varios compuestos antes de llegar al torrente sanguíneo. Es una molécula lipofílica que se acumula en la grasa, lo que es una de las razones por las que la eliminación es lenta.
El sistema endocannabinoide (SCE) está compuesto por dos tipos de receptores: CB1 y CB2. Es un sistema que ayuda a regular el funcionamiento de los órganos vitales, el sistema inmunitario y las regiones del cerebro. En otras palabras, asegura que todo el organismo funcione correctamente. El CBD tiene la capacidad de actuar sobre estos receptores y provoca la liberación de serotonina favoreciendo así la relajación.
Cómo funciona el THC
El THC es otro cannabinoide que se encuentra en el cáñamo. Actúa sobre ambos receptores del sistema opioide, pero específicamente sobre los receptores CB1.
Los CB1 están presentes en grandes cantidades en las estructuras del sistema límbico (áreas responsables de las emociones, la memoria y el olfato). Por lo tanto, desempeñan un papel muy importante en la regulación de las emociones. La interacción entre estos receptores y el THC provoca efectos eufóricos y psicoactivos.
Además de ser ilegal, el consumo regular de THC provoca una considerable disminución de la atención y un deterioro de la memoria a largo plazo debido a la sobreestimulación de los receptores.
Un experimento con ratas demuestra que el THC es adictivo. Los investigadores inyectaron a las ratas la molécula durante varios días y luego suspendieron bruscamente la ingesta de THC. A continuación, observaron comportamientos similares a los observados en la abstinencia de opiáceos, es decir, comportamientos compulsivos, temblores, salivación excesiva, etc.
¿Cuáles son las diferencias entre el CBD y el THC?
El THC y el CBD se extraen ambos del cáñamo pero tienen muchas diferencias, especialmente en la forma en que funcionan como se ha visto anteriormente. Descubramos qué otras diferencias quedan entre estas dos moléculas.
Legalidad
En España, el CBD no está clasificado como estupefaciente, por lo que su venta y consumo están autorizados.
En cuanto al THC, este componente está clasificado como un narcótico. El uso de esta molécula puede suponer un año de prisión acompañado de una multa superior a 3.700 euros. Cuando los productos que contienen esta molécula se utilizan en lugares públicos, las penas son aún más graves, incluso si la persona lo hace con fines terapéuticos. Además, debes saber que el THC permanece en la saliva hasta 2 días después del consumo. Si te hacen la prueba, el límite es de 1ng/mL. Incluso una pequeña cantidad puede ser detectada.
Adicción
Cuando se utilizan productos que contienen CBD (aceites, cremas, e-líquidos, etc.) no hay riesgo de adicción. Si decides dejar de consumir CBD de un día para otro, no experimentarás ningún efecto secundario ni sensación de abstinencia.
Por otro lado, el THC puede causar cierta dependencia según los experimentos realizados. Aunque los síntomas de esta última no son similares a los causados por una droga dura, definitivamente están presentes y pueden dañar la salud del usuario.
Efectos secundarios
Los productos CBD casi nunca causan efectos secundarios. Algunas personas han notado algunas molestias como sequedad de boca, mínimas molestias digestivas o una leve somnolencia. Los efectos secundarios del CBD son muy raros y no muy graves. Además, estos efectos nunca son duraderos.
Por otro lado, el THC puede causar efectos secundarios a corto y largo plazo. Los principales efectos secundarios que se pueden experimentar después de tomar THC son: sensación de confusión, falta de concentración, somnolencia intensa, mareos o ansiedad. A largo plazo, el THC puede provocar una disminución de la memoria, la concentración y la atención.
Entender los peligros del THC sin demonizarlo
Como sabes, los productos de CBD están permitidos en España siempre que el nivel de THC sea inferior al 0,2%. Esto significa que el consumo de THC está claramente prohibido y visto muy negativamente por las autoridades.
Ciertamente, el THC es ilegal porque causa efectos psicoactivos y su uso excesivo puede ser un peligro para la salud. Pero, en realidad, no es más peligroso que el alcohol consumido sin moderación. Además, hay que tener en cuenta que algunos países, como Estados Unidos y Holanda, permiten el consumo de THC. Y por una buena razón, las plantas de cannabis que ofrecen una proporción equilibrada de CBD y THC son conocidas por sus poderosas propiedades terapéuticas, a veces más eficaces que el CBD por sí solo.
Así que no, no se puede comprar o vender THC en España por el momento. Sin embargo, podemos imaginar que en un futuro próximo, la legalización del cannabis pondrá el THC a disposición del público en general, como ya ocurre en varias decenas de países. Por ello, parece interesante informarse sobre su funcionamiento sin demonizarlo para evitar la desinformación y la deriva.